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Si las transformaciones, agregó, «son aprobadas y son implementadas como queremos, pueden ser el punto de inflexión del grupo BID a un grupo BID más impactante, un grupo BID que tiene una escala mayor y, con eso, podemos trabajar más aún con las economías de la región».
El BID Invest va a tener una capitalización, va a tener un nuevo modelo que «le va a permitir duplicar su tamaño. Eso, en principio, duplica todo y el apoyo también», manifestó.
La agenda del evento se centrará «en cómo nuestra propia transformación puede ayudar a transformar a la región», con seminarios enfocados en desigualdad, seguridad, transición energética, educación, seguridad alimentaria y movilización financiera, abordando las lecciones aprendidas y el trabajo que se necesita hacer para generar mayor impacto y escala.
Sinergia con los países
Goldfajn se refirió, asimismo, a la colaboración lograda con República Dominicana, que calificó como ejemplo de las sinergias que se pueden alcanzar a través de las tres ventanillas de esa institución.
«Con acciones de impacto y en colaboración estrecha con las autoridades dominicanas, abordamos prioridades claves para República Dominicana como el cambio climático, impulsando el crecimiento sostenible y reduciendo la pobreza y la desigualdad», dijo.
Por su parte, Vicente consideró crucial para República Dominicana el apoyo técnico y financiero del BID mediante la puesta en marcha de proyectos y programas que han contribuido a mejorar la calidad de vida de los dominicanos desde que el país se convirtió en miembro del organismo en los años 60.
En estos años, se ha obtenido apoyo de la entidad a través de financiamiento con condiciones favorables, asistencia técnica, investigaciones y donaciones para avanzar en áreas vitales para el desarrollo sostenible en sectores como energía, infraestructura, agua y saneamiento o fortalecimiento institucional.
El ministro detalló que «al día de hoy se encuentran vigentes 24 operaciones con el sector público, nueve con el sector privado y cerca de 52 cooperaciones técnicas en donaciones», lo que se traduce en unos 2.500 millones de dólares distribuidos en sectores claves como el suministro de energía o infraestructuras resilientes.
«El BID es nuestra mayor fuente de recursos de los acreedores multilaterales, representando el 44 % del financiamiento multilateral», apuntó.
“Fuente:EFEeconomica”
