El caso de la intromisión en la Embajada de México en Ecuador – El Nuevo Diario (República Dominicana)
Por Omar Nivar
En el mundo de las relaciones internacionales, el respeto a la soberanía de los estados y las normas del Derecho Internacional es fundamental para mantener la estabilidad y la confianza entre las naciones.
Sin embargo, en ocasiones, se producen incidentes que desafían estos principios significativos.
Uno de esos casos es el reciente que ha suscitado gran preocupación en la comunidad internacional y, sobre todo, en América Latina; la violación por parte de fuerzas castrenses ecuatorianas a la embajada de México en Quito.
El incidente se remonta a la noche del viernes 5 de abril del 2024, donde la policía ecuatoriana irrumpió en la sede diplomática para detener al ex vice presidente Jorge Glas sobre quien pesaba una orden de detención por corrupción y a quien el gobierno mexicano había concedido asilo político.
Según la información y audiovisuales divulgados en redes sociales, se observa cómo los agentes llevan a cabo la operación e interfirieren dentro de la Embajada, poniendo en peligro la seguridad e intimidad de los diplomáticos mexicanos presentes en el lugar.
Esta acción constituye una clara violación del Derecho Internacional y de los principios fundamentales que rigen las relaciones diplomáticas entre países soberanos.
Cabe destacar, que la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas del 1961 establece claramente la inviolabilidad de las misiones diplomáticas, incluidas las embajadas, así como la obligación de los Estados receptores de protegerlas contra cualquier intrusión o interferencia.
La intromisión en la sede diplomática de México en Quito no solo socava la confianza entre ambos países, sino que también pone en riesgo la integridad y seguridad de los diplomáticos y ciudadanos mexicanos presentes en Ecuador.
Además, este incidente plantea serias dudas sobre el respeto del gobierno que dirige el presidente Daniel Noboa hacia el Derecho Internacional y los principios democráticos.
Y es que semejante violación del Derecho Internacional no tiene precedentes en la historia contemporánea de América Latina.
La detención del ex vice presidente Glas se convierte en un hecho extremadamente grave en la región.
La violación fue tan grave que afectó al cuerpo diplomático y a quien la encabeza, Roberto Canseco, jefe de Cancillería de México en Ecuador, quien se encontraba en el lugar, ya que la embajadora, Raquel Serur Smeke había sido declarada persona no grata por el presidente ecuatoriano, fue maltratado y violentamente empujado por la policía ecuatoriana.
Por lo que entendemos que no solo se ha violado la inmunidad del espacio diplomático, sino también la seguridad física de los diplomáticos mexicanos.
Los países de la región, casi todos, se han pronunciado a favor de México.
Hemos visto la reacción de la presidenta Xiomara Castro de Honduras, que es también de la Celac. La OEA, Chile, Colombia, República Dominicana y Brasil condenaron enérgicamente la actitud del gobierno ecuatoriano.
Cabe destacar que es absolutamente necesario prestar atención a las declaraciones del presidente colombiano, ya que las relaciones bilaterales con Colombia son sumamente importantes para Ecuador, en lo político, en lo comercial y en lo securitario; es un país sumamente estratégico para Ecuador.
Asimismo, es fundamental subrayar que se debe respetar el principio de inviolabilidad de las misiones diplomáticas y se asegure la protección de todos los diplomáticos y personal presentes en dichas instalaciones.
La intromisión en la Embajada de México por autoridades ecuatorianas representa una seria violación del Derecho Internacional y de los principios fundamentales que rigen las relaciones diplomáticas entre estados.
Es necesario que se tomen acciones concretas para abordar este incidente, y restaurar la confianza y el respeto mutuo entre ambos países para garantizar que no se respetan incidentes de esta naturaleza.
Autor: Omar Nivar
