El inicio de La reciente renovación del Ayuntamiento del Municipio de La Romana es una intervención que muchos residentes han esperado por años. Al recorrer el edificio, quede impresionada por la transformación que está tomando lugar: un cambio necesario para un espacio que, siendo la cara de la administración municipal, había sido descuidado y dejado en malas condiciones. Durante décadas, administraciones sucesivas pasaron por alto el mantenimiento de este edificio histórico, que tiene más de 80 años de antigüedad, dejando a empleados y ciudadanos en un entorno de trabajo inadecuado y poco atractivo. Las sillas rotas, paredes sucias y mobiliario deteriorado habían creado una atmósfera de abandono y descubierto que afectaba no solo la funcionalidad del espacio, sino también la percepción pública.
Este cambio va más allá de la mejora visual. La restauración del Ayuntamiento es un acto de respeto tanto para los trabajadores que pasan largas horas sirviendo a la comunidad como para los ciudadanos que visitan las instalaciones en busca de servicios. Ofrecer oficinas cómodas y limpias no es un lujo, sino un deber de la administración pública hacia quienes forman parte de ella y hacia los ciudadanos que acuden diariamente. Las condiciones anteriores de suciedad, mobiliario deteriorado y paredes desgastadas, transmitían una imagen de abandono que no solo reflejaba la falta de interés de administraciones pasadas, sino también una falta de respeto hacia el espacio.
El embellecimiento del edificio es una señal de un cambio de enfoque en la administración municipal actual. Felicito al alcalde Kery Metivier por su compromiso de rescatar este espacio y darle una nueva cara, algo que demuestra que se ha entendido la importancia de una imagen digna y funcional del ayuntamiento. Las áreas que están siendo intervenidas reflejan el grado de deterioro que por años fue ignorado. En mi recorrido por el edificio, se evidencia la magnitud del trabajo que había quedado pendiente durante décadas y que hoy está siendo atendido. Desde el mantenimiento de las paredes hasta la sustitución de mobiliario, cada intervención suma al objetivo de modernizar y revitalizar el ayuntamiento de La Romana.
Este proyecto de embellecimiento impacta no solo en el plano estético, sino en la experiencia del ciudadano. Aquellos que acuden a realizar trámites y consultas en el ayuntamiento ahora encuentran un ambiente que transmite orden, profesionalismo y respeto. La mejora en el aspecto del edificio no solo fortalece la confianza en la administración local, sino que también mejora la percepción general de la calidad del servicio público. Un espacio bien cuidado y moderno es un mensaje poderoso: demuestra que la administración respeta a los ciudadanos y valora sus ciudadanos.
Además, el embellecimiento del ayuntamiento puede tener repercusiones positivas en el turismo y en la economía local, especialmente en una ciudad como La Romana, que recibe visitantes nacionales y extranjeros. Un edificio municipal bien mantenido proyecta una imagen de compromiso y orden, valores que son apreciados tanto por los residentes como por los visitantes. La inversión en este proyecto habla de un gobierno que está dispuesto a cuidar de su patrimonio y de su imagen, lo que, en última instancia, beneficiará a La Romana
Este cambio también debería servir como inspiración para otras administraciones municipales. La renovación de espacios públicos es esencial para fomentar el sentido de pertenencia y orgullo en la comunidad. Además, contar con espacios bien cuidados en oficinas públicas no solo mejora la calidad de vida de los empleados, sino que refuerza la importancia de ofrecer un servicio público de calidad. En este sentido, la restauración del Ayuntamiento de La Romana es un ejemplo que debería motivar a otras instituciones.
Recibir a rededor más de cien personas al día, el Ayuntamiento de La Romana es uno de los símbolos más visibles de la administración municipal. Su restauración no es solo una mejora visual, sino también una inversión en el bienestar de los ciudadanos y en el orgullo comunitario. Cada pared pintada y cada mueble reemplazado representan un compromiso renovado con la ciudadanía, una muestra de que La Romana está avanzando hacia una gestión pública moderna y funcional. Este proyecto de embellecimiento, impulsado por la administración actual, es una inversión en la dignidad del municipio y en la calidad del servicio público, elementos fundamentales para el desarrollo.