La isla de Santo Domingo edificada en falso

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Por:Vinicio Guzmán Luciano
Después de un largo período de tiempo en que los indígenas que habitaban la isla de Santo Domingo, que era Babeque o Bohío, se convirtió luego, en el escenario de las grandes empresas aventureras, de invasión, comercio, tierras, minas y otros asuntos de envergadura. Autores no faltan que refieren el hecho trascendental del Descubrimiento como causal y no casual, que no fue fruto del azar ni de sueños infundados, es decir, que la literatura histórica de casi todos los autores universales piensan, analizan y escriben que Cristóbal Colón iba a las tierras orientales en busca de especias y que terminó llegando al Continente que se le dio el nombre de América. Pero sea por casualidad o causalidad, al Descubrimiento de América y por ende, de Santo Domingo, hay que ir dando una connotación de más nivel en la rama de la investigación para hacer los retoques y amainar los ánimos de los que escriben con ligereza una ciencia tan complicada como la Historia.
No se ha contemplado todavía el hecho de que Santo Domingo que ha sido llamada cuna de la civilización del Nuevo Mundo, fue a nuestro análisis edificada en falso, no solo en el aspecto geológico, sino también, en lo contextual, sociológico, histórico, religioso, económico, educativo, racial y cultural. Quizás el aspecto que más roncha le ha hecho a la verdadera edificación de Santo Domingo, es el racial. Las intríngulis de dos culturas tan diferenciadas, ha provocado mucha animadversión entre los dos países. En la edificación de la Independencia de ambos, no ha habido una definición de identidad que supliera su necesidad de soberanía y advertir a las potencias que ya no tenían parte en el territorio emancipado. Pues, esas potencias continuaron merodeando y zarandeando las identidades de las dos naciones que fueron fruto de desavenencias fronterizas.
Los dos países sucumben y las luchas de clases persisten. En ambos países, la clase oligárquica se empecina en dominar todos los espacios, trastornando así a la población popular y extendida, perjudicando la vida de la mayoría. La clase media pervive en medio de situaciones extremas, teniendo que pagar los impuestos de ricos y pobres, y la clase de los desposeídos en las catástrofes naturales y humanas, lo pierden todo, hasta el derecho a la vida. Entonces, estamos edificados en falso, en la ciudad primada de América no hay garantía para la mayoría, no estamos seguros en nuestro propio patio, el infortunio acecha a las dos naciones que están en pie todavía solo por la gracia de Dios. Las creencias religiosas están en crisis y de uno y otro lado de la isla, hay situaciones emergentes de atención espiritual, siendo que la unificación de las dos naciones como último recurso, no es viable y ya debido a esa malsana idea, se escenifican en República Dominicana acciones que difieren entre uno y otro. Estamos pisando en suelo movedizo y la isla de Santo Domingo esta edificada en falso.