La casita

Víctor Elías Aquino

Es tuya, tal como la soñé en mi mente en la más tierna y hermosa juventud, la construí con mis manos para ti.

Me salieron callos en las falanges de los dedos construyéndola,
mientras sudaba las gotas gordas de carpintero, o de albañil primerizo.

Es sólo un inmueble, tan chiquito que parece de puro juguete infantil; tan grande que asemeja a un palacio, o una corte de milagros, es como una joya que construí para ti.

Es más que cuatro paredes, es limpia y alegre, es más que retratos, cuadros, adornos y paredes; es un remanso de paz.

Es el vestíbulo del cielo.

Pero todavía, es más, es como una mina; de ella brotan chorros de oro, ¡fíjate bien! Abre los ojos para que veas los capullos de abril todos los meses del año, los senderos, las curvas, los caminos, los puentes del amor…