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Por: Ángel Ruiz-Bazán
Durante los últimos cinco años, la educación superior en la República Dominicana ha experimentado un proceso de modernización sin precedentes. Bajo la gestión del presidente Luis Abinader y la dirección del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCyT), se ha consolidado una política pública centrada en la equidad, la calidad y la innovación.
Educación como motor de movilidad social
Uno de los pilares más visibles ha sido la ampliación del acceso a la educación superior mediante la entrega de más de 100 000 becas nacionales e internacionales, priorizando a jóvenes de escasos recursos y regiones apartadas. Esta política responde al compromiso presidencial de que ningún dominicano quede excluido por razones económicas o geográficas.
Los programas de Inglés de Inmersión y las becas para maestrías en el extranjero han fortalecido las competencias globales de miles de estudiantes, preparando una generación más competitiva para los desafíos del mercado laboral del siglo XXI.
Calidad, acreditación e investigación
El MESCyT ha impulsado una agenda rigurosa de evaluación y acreditación institucional, elevando los estándares de calidad en las universidades públicas y privadas. Un logro histórico ha sido el reconocimiento internacional de 11 escuelas de medicina dominicanas, fortaleciendo la credibilidad académica del país.
En el ámbito científico, se han registrado 25 nuevas patentes y más de 400 publicaciones científicas, mientras que 720 investigadores se han incorporado a la Carrera Nacional de Investigadores, consolidando la infraestructura nacional de conocimiento.
Estas acciones evidencian una política pública orientada a hacer de la ciencia y la tecnología motores de desarrollo sostenible y competitividad internacional.
Descentralización y modernización del sistema
Alineado con la visión del presidente Abinader de democratizar el conocimiento, el MESCyT ha promovido la expansión territorial de la educación superior, fortaleciendo recintos universitarios y programas de posgrado en zonas históricamente marginadas. Asimismo, se ha trabajado en la modernización digital de los procesos académicos, la mejora de la infraestructura tecnológica y la formación de docentes en competencias digitales.
Impacto y desafíos
El impacto del MESCyT, se traduce en una educación superior más inclusiva, moderna y conectada con los retos del país. El balance general es altamente positivo. En cinco años, el MESCyT, bajo el liderazgo del doctor Franklin García Fermín, ha dejado claro que la educación superior es el camino más seguro hacia el desarrollo. Su gestión refleja el espíritu de las políticas públicas del presidente Luis Abinader, quien ha colocado al conocimiento en el centro del progreso nacional.
Conclusión
La transformación del sistema de educación superior no solo ha fortalecido la formación universitaria, sino también la esperanza de miles de jóvenes dominicanos. Los avances logrados entre 2020 y 2025 son la muestra de un gobierno que entiende que invertir en educación es sembrar futuro, equidad y oportunidades para todos.
