Opinión

¡Caminante no Hay Camino…!

¡Caminante no Hay Camino…!
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  • Publishedoctubre 4, 2024

Por Danilo Correa

Este joven limpiabotas tiene problema de inmovilidad en un brazo;se levanta de su sueño antes que la madrugada se convierta en adulta o se frustre en el galillo del Sol

 

Quico, reside en una lejana e infinita casucha,echa a desandar su rígido propósito en unos caminos asfaltados por huellas hasta llegar a la comunidad de Palavé, junto a su silencio y en compañía de una inseparable /envejecida caja de madera para limpiar botas,zapatos ,tenny ,chancletas y el sudor del trinar de su pobreza…

Así , recorrer más de 13 Kilómetros para llegar a la parada de guaguas que lo transporten a La Gran Ciudad.

Quico; a la 7 de la mañana, sino llueve,inicia sus labores en cualquier esquina de las calles internas en los terrenos de “La Plaza de Salud/CEDIMAT…”

Jornada hasta más o menos la 10am. Otra vez, con buen dinerito producto de su árdua labor,no especificó.

“Evoca con una voz tenue /encallecida, pero humana, como rezando al pie de un patibulo indomable;que vive honradamente conforme a  la decisión de Dios y consigue para alimentar a su familia y lo mejor que núnca ha robado ni un favor,y que ha vivido con el rostro limpio…”

A pesar de ser un joven con algún impedimento en un brazo que lo limita en su modo laboral,ha logrado formalizar una familia con  hijos ,explicó que es un ejemplo para ellos; soy una lámpara de Paz.

“Cuando conversa de sí mismo/familia,en su rostro retosa la alegría/otoño en Primavera”

Ouico es un”Don Quijote de temporada enfrentando a ignorantes encriptados por oxidadas utopías”

“Explica: “Mi esposa y yo tenemos varias cajas de limpiar zapatos y la alquilamos;con ese dinero mantenemos el hogar…”

De ahí, Quico con su instrumento de trabajo,(Caja de Limpiabotas),caminando a pies, se dirige a Villa Juana, narra que ahí tiene una buena clientela  entre zapatos y tennis intoxicados por perfume del tiempo,luego almuerza debajo de una mata sin sombras ni frutos  (Almendra).Casi amordazada por la sequía del amarillento calendario…

La Prensa tras la verdad