Acuerdo entre Kenia y Ariel Henry, no con Haití

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Por: Julián Padilla
Tal vez al vez la situación de desesperación que vive el pueblo haitiano empuja a Ariel Henry en visitar a Kenia y firmar un acuerdo con el gobierno de Kenia para que las tropas Kenianas visiten Haití. Tal vez existen otras pretensiones por el amor al poder y a los intereses políticos y facticos que pudiera estar representando, que sean la motivación de esta acción. O una mezcla de interese que podrían estar distribuidos entre lo político, lo factico y el interés nacional.
Pero aunque mucho entienden que pueda convenir el envió de tropas a Haití, este hecho a nuestro entender traerá más violencia y una cohesión de intereses que lucharan contra cualquier asomo de botas extranjeras a Haití.
Pero fuera de ese matiz bélico nacionalista que resurgirá y se robustecerá a conveniencia de los siempre mansos y cimarrones de ambos lados de la isla, esta la razón constitucionalista que había esbozado Kenia para no enviar tropas, no queda resuelto con la Firma de Ariel Henry, quien ya no es legítimamente el primer ministro de Haití, pues su tiempo caduco.
El mismo hecho de decir que pretende hacer elecciones en el 2025, implica una extensión de su mandato auto asignada, sin el apoyo popular haitiano, lo que es una garantía de la continuidad de la violencia en ese país. Y con esto, Kenia estaría sellando el apoyo inconstitucional a un gobierno de facto.
En este contexto, lleguen tropas Kenianas y hasta de Ucrania, tendrán que salir huyendo o muertos de Haití, un pueblo que no se rendirá ante una nueva invasión extranjera.
En el día de ayer circuló en el país la versión de que la República Dominicana estaría enviando tropas a Haití, cosa que fue refutada por el canciller Álvarez indicando que el apoyo dominicano seria puramente diplomático.
Hemos reiterado y lo volvemos a hacer ahora, la República Dominicana debe mantenerse al margen de esta intervención militar ya que por razones históricas, nuestro país siempre ha sido anti invasores. Es más, en la invasión militar más reciente de los yanquis a dominicana, en 1965 participaron actores hasta de otros países apoyando el retorno a la constitucionalidad. Claro la invasión política y económica la tenemos vigente con intromisiones diarias desde el globalismo, FMI, Banco Mundial y la ONU.
La República Dominicana no necesita agregar leña al fuego, inmiscuyéndose en asuntos domésticos de Haití, así como el pueblo dominicano (que no es el gobierno del cambio, el Incondicional con la ONU), ya tiene hace rato la quinta columna dentro del país. Y son los miles de nacionales haitianos que al decir basta, paralizarían el sector construcción y agrícola del país. Pues no solo están en los bateyes, sino en cada municipio y cosecha de la República Dominicana.
El incondicional gobierno del cambio excelentemente asesorado, ha jugado con fuego con el tema haitiano, buscando una capitalización política que arriesga la convivencia pacífica del pueblo dominicano. Se adjudica como merito y como un logro de gestión, el que se envíen tropas invasoras a Haití, olvida la propia historia que dió origen a su partido madre, el Partido Revolucionario Dominicano y su lucha heróica constitucionalista, para decir junto al pueblo Go Home Yanqui.
Ojala que esto que se grita como victoria no le salga caro al pueblo dominicano, gracias a la insaciable lucha de poder, que da a los estrategas, la capacidad de venderle el alma al diablo, con tal de llegar o mantenerse en el poder.
Pero a pesar de los sentimientos neo Santanistas que pudieran existir, desde hace tiempo fusionistas y del concurso ya insoslayable de una comunidad internacional que no es amiga de la República Dominicana sino de los recursos naturales de la isla, el sentimiento Duartiano y la Retaguardia de Mella viven mientras despierta el temido monstruo de la resistencia en cualquier terreno.