Opinión Portada

Objetivos del vivir

Objetivos del vivir
Avatar
  • Publishedseptiembre 30, 2025
Getting your Trinity Audio player ready...

Al momento de venir al mundo, quedamos registrados como ciudadanos de tal o cual país, y desde ese momento el reloj empieza a marcar nuestra vida como ente social.

La personalidad del individuo se va dibujando en la hoja de vida que construimos a través de nuestros actos en el ámbito social.

Lo que somos se refleja en lo que hacemos. Ya lo sentencia la cita bíblica: “Por sus frutos los conoceréis”. La persona va delineando el perfil de su ser en el seno familiar, y de allí trasciende al de su comunidad, pueblo o nación. Un individuo procedente de unos padres ejemplares tiene la potencialidad de convertirse en ciudadano digno de sus progenitores; sin embargo, si cae en un ambiente corrupto y denigrante, puede que se convierta en el anti-ejemplo de la familia. De ahí la certeza del dicho popular: “Uno nace y el medio lo hace”.

El niño que pasa por la adolescencia y luego se convierte en adulto experimenta una dinámica parecida a la del lanzador de béisbol: puede que inicie haciendo una gran labor en el montículo, ponchando a los bateadores adversarios, pero puede que luego empiece a lanzar bolas fuera del cajón de bateo o que sus lanzamientos sean convertidos en jonrones, con un balance final de pérdida del partido.

En la vida hay que jugar bien todo el tiempo, sin trampas ni faltas personales. Cuando se haya completado el ciclo vital, los historiadores se encargarán de llevar a cabo un detallado inventario, el cual servirá de base para un sereno juicio final. Las biografías son como las bebidas fermentadas: se tornan más fuertes y puras con el pasar de los años. La historia, sosegada y fidedigna, ni premia ni castiga; sopesa y mira al fiel de la balanza. La gula, la avaricia, la ira, la envidia, la pereza, la soberbia y la lujuria siguen siendo pecados capitales contrarios a la doctrina cristiana.

¡Cuánta gente cae en esas tentaciones y, sin embargo, se cataloga de sano modelo cristiano!

La pobreza, el hambre, las enfermedades y la violencia abundan y se esparcen ante la mirada ciega de muchos gobernantes.

En nuestras aguas antillanas, figuras como las de Simón Bolívar, Juan Pablo Duarte, José Martí y Eugenio María de Hostos representan símbolos de dignidad, decoro, martirio y patriotismo a los que debemos recordar como modelos a estudiar, con el propósito de extraer las fuerzas que nutran nuestro argumento de que vale la pena seguir luchando por un mundo mejor que aquel que nos ha tocado vivir.

Es deber de cada uno de nosotros poner nuestro granito de arena para ayudar a construir un universo en el que imperen la paz, la justicia, el amor y el bienestar común para todos los ciudadanos, sin distingos de raza, sexo, género ni lugar de nacimiento.

La humanidad es la gran patria de todos.

Veámonos con el lente de la hermandad universal, libre de odio y rencor, cargados de un gran amor al prójimo.

La Prensa tras la verdad